Debajo de las superficies marinas hay que ser muy imaginativo como para tener alguna idea de los animales que allí podemos encontrar. Hoy hacemos referencia a uno de ellos, un auténtico fenómeno de la naturaleza que sólo puede pensarse habitando un medio ambiente estático y oscuro, exactamente como lo son las profundidades marinas: el Macropinna microstoma.
Estamos en presencia del extraño pez que apreciamos en las imágenes del post, un animal con la peculiaridad de tener el cráneo transparente, a diferencia del resto de su cuerpo, que es opaco. El pez tiene dos orificios encima de su boca, que podrían hacernos pensar que se trata de sus ojos; sin embargo, éstos son los órganos olfativos del animal, y justo encima de ellos se encuentran sus ojos.
Sí, esas dos bolas verdes que aprecias en el interior del cráneo del animal no son otra cosa que sus ojos, órganos extremadamente sensibles a la luz y que le permiten al animal ver a través de su cráneo en todas las direcciones, siguiendo a su presa desde un punto inmóvil, para luego atacarla en un movimiento rápido.
El Macropinna microstoma habita en aguas de entre 600 y 800 metros de profundidad, un caldo al que la luz solar llega de forma muy remota y donde las aguas se parecen más a tinta de impresión. El animal fue descubierto en los años treinta, y su comportamiento consiste en realizar pocos movimientos y permanecer más bien pasivo, buscando alguna presa próxima que cazar, sólo si se acerca demasiado.
